¡Pero qué importante es para nosotros la gastronomía! Y cuando viajamos, es una parte imprescindible de nuestras rutas.
Se puede comer muy bien en muchas partes del mundo, a menudo incluso aquellas que tienen fama de poca historia gastronómica. El secreto es no rendirse nunca, y no parar hasta encontrar lugares que nos hagan la boca agua.

Porque, al igual que recopilamos mucha información sobre el lugar que visitamos, también lo hacemos de su oferta gastronómica, y normalmente viajamos con un enorme listado de lugares que nos han recomendado y/o hemos encontrado por internet.
En más de una ocasión hemos recorrido media ciudad buscando un restaurante del que hemos leído buenas críticas por la red.
¿Y cuál es el summum de todo esto? Pues visitar una ciudad donde la cocina es casi una religión, un orgullo nacional: Roma!!!!
Es una ciudad donde nos gusta volver de vez en cuando, sobretodo en temporada baja, sin tantos turistas.




¡Pero qué bien se come en esta ciudad! Aquí lo más complicado es decidir donde entrar. Nosotros, que somos unos fanáticos de sentarnos a la buena mesa para degustar una buena comilona, consideramos la cocina italiana una de las mejores del mundo.
A veces hemos perdido un tiempo valiosísimo mientras comemos, que no nos ha permitido ver todo lo que pretendíamos de un lugar… Pero no nos importa. La gastronomía también nos enriquece con cultura viajera (y de paso nuestros estómagos 🙂 ).






Este post es un simple tributo a la cocina romana, casi algo sagrado para los habitantes de esta frenética ciudad. Si eres de los que relacionan la cocina de Roma solo con un trozo de pizza o un plato de pasta, te invitamos a conocer el abanico de ofertas gastronómicas que ofrece la Città Eterna.
Buon appetito!