La capital de Hungría, además de ser el principal centro económico, político e industrial del país, es de aquellos lugares ideales para los amantes de los viajes. Una ciudad perfecta para pasear, caminar, moverse en transporte público (fácil y efectivo) y descubrir rincones encantadores.






Repleta de patrimonio cultural y arquitectónico (qué palacios y edificios!), también ofrece una interesante oferta cultural, y como no! un tema que para nosotros es básico: la gastronomía. Y si lo rematamos con un rato de relax en uno de los muchos baños termales que encontraremos, el plan parece genial, ¿verdad?


Dividida por el amplísimo río Danubio, durante siglos convivieron tres ciudades: Buda, Óbuda y Pest. A finales del siglo XIX se fusionaron creando una única ciudad que creció en importancia muy rápidamente. Durante buena parte del siglo XX quedó muy tocada y destruida, debido a la II Guerra Mundial y la Revolución de 1956, pero hoy en día se trata de una ciudad moderna, que ofrece un montón de posibilidades a toda clase de visitantes. Viven unos dos millones de personas en el área metropolitana y es uno de los destinos turísticos más visitados de Europa central.







Budapest permite ser descubierta de mil maneras diferentes. Tanto si somos de los que llevamos todo planificado y con mucha información, como si viajamos sin ningún preparativo y a la aventura…
La mejor manera es perderse por sus calles y callejones, recorriendo a pie sus principales avenidas. Aunque también encontraremos las populares empresas de autobuses turísticos que nos permitiran desplazarnos por los puntos de más interés y ofrecernos información con sus audio-guías.
INFORMACIÓN PARA MOVERSE POR LA CIUDAD
Pero para nosotros, el transporte público es la mejor manera para moverse por las zonas más turísticas y populares. Permite llegar cómodamente a todas partes, ya que la infraestructura es grande, moderna y con muchas conexiones. Budapest dispone de taxis, buses, tranvías y 4 líneas de metro.


Los billetes sencillos cuestan 350 HUF (florines húngaros), pero la lástima es que no sirven para hacer transbordo entre medios diferentes. Si por ejemplo, tomamos un metro y luego necesitamos un bus para completar el trayecto, tendremos que pagar por los dos transportes.
Además de los tickets sencillos, podemos adquirir la tarjeta de 1 día. Otra opción es comprar un pack de 10 billetes sencillos (se pueden compartir) y salen más económicos que los individuales (300 HUF el trayecto).
Ah! Y atención! Los tickets deben validarse antes de entrar en cualquier transporte (el bus justo al subir), porque no hay ningún tipo de barrera. Al llegar a destino podemos encontrarnos algún control aleatorio de tickets. Y multan! Budapest es una de las ciudades europeas donde hemos visto más controles en los transportes.

- También podemos adquirir la Budapest Card (versiones 24h, 48h, 72h, 96h o 120h) que permite el transporte público gratuito y la entrada libre y/o con descuento en un montón de actividades y museos.
- En la ciudad también encontramos el sistema MOL Bubi de bicicletas de uso público y repartidas por los barrios.
- Muchas compañías operan y vuelan a Budapest desde Barcelona. Pero las más económicas suelen ser Wizz Air, Ryanair y Vueling. El vuelo tiene una duración de unas 2:35h.
- Además del taxi, la mejor manera para desplazarse del aeropuerto al centro de la ciudad (y viceversa) es tomar el bus 100E. Tiene un precio de 900 HUF (máquinas expendedoras en la misma parada y admite efectivo y tarjeta) y en 3 paradas nos deja en el centro.

La moneda oficial es el florín húngaro. En la mayoría de sitios aceptan tarjeta, así que no tendremos problema para pagar. Sin embargo, en el centro de la ciudad encontraremos bancos y casas de cambio donde cambiar moneda. Hay que intentar evitar las oficinas de cambio y los cajeros ATM del aeropuerto por sus altas comisiones.





De Budapest podemos recomendar un montón de lugares que nos han encantado, y que pasamos a detallar en los siguientes artículos (en preparación), pero sí queremos remarcar que esta ciudad es conocida mundialmente por algo que a nosotros nos encanta: sus baños termales.
Esta capital europea es uno de los lugares donde se concentran más pozos de aguas medicinales y termales del mundo, y es conocidísima por sus balnearios. Y eso sí que es una estupenda razón para visitarla…
Siguiente artículo (en preparación):
Excelente. Una ciudad hermosa a la que volvería una y mil veces. Fui en invierno. Fui a un baño termal que era estilo turco que me fascinó ya que no había muchos turistas. La mano de San Esteban en la Catedral tiene un toque tétrico interesante. Y realmente es una ciudad para contemplar. Saludos desde Argentina. Buen post!
Realmente Budapest es una ciudad que merece muchísimo la pena conocer.
Nosotros también la visitamos en invierno, con sus mercados navideños que aún la hacen más encantadora.
Y como bien dices, hay lugares geniales. ¿Quien puede resistirse a un chapuzón de agua caliente en alguno de sus numerosos Baños Termales??
Muchísimas gracias por tus palabras, y que buenos recuerdos nos trae un país como Argentina.
Un saludo enorme!!!