Qué día más extraño. Normalmente ya lo tienen las vacaciones donde no tenemos nada reservado ni sabemos donde pararemos, pero esta ruta por Alaska aún lo acentúa más. El disponer de la autocaravana para viajar, te permite una libertad de movimientos tan grande, que a veces cuesta decidir hacia dónde vas. Y eso es lo que nos ha pasado hoy…
Estaba visto que nuestra estancia por la ciudad de Seward debía ser pasada por agua. Nos levantamos lloviendo, y vamos a desayunar de nuevo en el centro, pero esta vez con la caravana. No tenemos ganas de volver a quedar empapados. Sincronizamos el desayuno con un lavado de ropa en la lavandería (lavamos y secamos la ropa mientras hacemos un buen desayuno!).


Y ya pensábamos que no podríamos salir de Seward, porque la carretera estaba prácticamente inundada, pero ha sido dejar la ciudad atrás, y la lluvia ha cesado. Casualidad?

Tomamos la Sterling Hwy, una carretera muy bonita. Volvemos a disfrutar de los colores de los árboles, los ríos y los lagos, como por ejemplo el Tern Lake. Suponemos que es la hora de acabar de los pescadores, ya que vemos un montón recogiendo enseres a las orillas del río Kenai, con unas maravillosas aguas turquesas. Nos cuesta mucho decidir dónde parar, donde seguir, donde girar… No porque no nos guste lo que vemos, sino todo lo contrario. Queremos verlo todo, y descubrir todos los rincones. Y si giramos por aquí…? Y si tomamos este camino…? Y si…?




Nos detenemos en un rincón, junto al río y nos comemos unas ensaladas. En los supermercados Safeway puedes preparartela a tu gusto y las venden a peso.

Por la noche llegamos a la ciudad de Soldotna. Como todas las de Alaska, al entrar encuentras las gasolineras, y tiendas genéricas (McDonalds, Subway, Tacobell, concesionarios de coches, restaurantes…). Nosotros paramos en una muy curiosa: «The Moose is Loose». Una mezcla de pastelería y tienda de regalos, relacionados con el Moose (los alces). Cristina ha disfrutado como una loca; camisetas, pijamas, gorros, adhesivos, pins, llaveros… de todo con la cara de estos animales.


Llenamos el «bicho» de gasolina y volvemos a dudar de donde pasar la noche. Un primer camping no nos convence, y si continuamos un poco más…? Uy, el siguiente está cerrado, y si buscamos otro…? Y el «y si…» nos ha llevado a que se está oscureciendo y no sabemos dónde parar. La mayoría de campings que tenemos en la guía están cerrados por finalización de temporada. Pero como muchos no están en la carretera general, nos hemos adentrado hacia la zona de bosques del pueblo de Kasilof. Allí, nos encontramos con una madre y una cría de moose, y claro, nos encantamos un buen rato. Paramos el motor y dejamos que coman muy cerca de nosotros.


Finalmente, y casi sin saber cómo, llegamos a una zona de acampada libre, pero parece cerrada. Aún así, es muy tarde y ya es casi de noche. Decidimos acampar, aunque no estamos del todo seguros. El lugar está demasiado apartado, y de noche, parece más inquietante de lo que seguramente es. Y encima nos encontramos otro moose (enormeeeeee), comiendo junto al lugar de acampada. Pues nada, Cristina comienza a preparar algo de cena, y yo estoy a punto de invitarle a que cene con nosotros…


Solos, totalmente de noche, y los típicos ruidos del bosque. Y si nos movemos…? Y si continuamos buscando otro sitio donde acampar…? Tenemos un poco de miedo, no? Y si…?
Quina aventura que esteu visquent… 😉 Continueu postejant!
Moltíssimes gràcies pel teu comentari. Això és una passada! Encara no sabem com podempenjar una entrada diaria, perquè no sempre disposem de wifi…
D’acord, ja és oficial… Us odio profundament! Tot el viatge a New England intentant veure un Moose. Una hora de guàrdia al capvespre amagats en un llac on ens van assegurar que anaven sempre a beure i l’únic que en vam treure va ser que se’ns mengessin els mosquits. Al final em va consolar pensar que els Moose no existien i que era una invenció per a turistes i vosaltres m’heu tret aquesta il·lusió… Grrrrrr!!!!!
Doncs ens van fotre un bon susto aquests Mooses. Són enormes, i t’apareixen pel mig de la carretera. Però jo prefereixo els óssos o les àligues, són més macos!!!
I no ens odiïs tant, dona…je,je
Ens feu recordar temps meravellosos que varem viure amb la nostre autocaravana viatjant per tot Europa…. la sensació de llibertat es increïble i també les nits en soledat escoltant els sorolls del bosc amb un ull mig obert per li les mosques.
Jo no arribo a odiar-os per tot el que esteu visquen, però ja em falta poc….. la experiència amb el Mooses es un pas mes cap aquesta fita.
Estem vivint en directe dia a dia tot el que feu… i això de debò, no te preu. Gracies