Los caballos son unos animales muy valorados por los islandeses y pueden verse por todo el país. Verlos correr y jugar en los campos interminables de hierba verde es una auténtica «gozada». Durante nuestras rutas por Islandia hemos podido disfrutar de la compañía de estos bellos animales, y su visión se convierte en un extra de los paisajes tan increíbles.
Montar a caballo es una actividad muy popular y se hacen todo tipo de excursiones y paseos para los turistas. Además, existen muchas granjas que crían, y también aprovechan para acoger visitantes. Tienen varias habitaciones y funcionan como Bed & Breakfast, con el desayuno incluido. Un ejemplo: la granja Gauksmyri, en el noroeste del país.
La raza islandesa (equus scandinavicus), muy valorada, es robusta, fuerte y de poca altura, patas cortas, cuerpo ancho y crin larguísima. Son muy adecuados para las duras condiciones de Islandia. Llegaron a la isla a través de los primeros pobladores escandinavos, y debido a que posteriormente no se han introducido más caballos, la raza se ha mantenido pura. Tienen 5 tipos de andares: Fet (al paso), Brokk (al trote), Stokkem (al galope), Skeið (caminar al paso), y el famoso Toltén (paseo corriente), que es tan suave y estable, que quien monta, casi nota que se está moviendo.
(fuente: LonelyPlanet)
No te cansas de dar vueltas por el país y encontrarte extensiones de terreno con grupos de caballos comiendo, jugando o simplemente descansando. La mayoría son grandes parcelas de terreno protegidas con una simple alambrada para que los animales no salgan a la carretera. Pero es facilísimo acercarse a ellos y fotografiarlos. Es más, así como las ovejas se asustan y las vacas te ignoran, los caballos se acercan a ti. No les importa que los acaricies y sólo hace falta que te vean para que todo el grupo se acerque.
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