La bahía del humo, esto es lo que significa Reykjavik en islandés. Y esto es debido a los vapores que veían los primeros pobladores por toda la zona provenientes de las fuentes termales. Debido a su proximidad al Círculo Polar Ártico, es la capital de país más septentrional del mundo. Con una población de 120.000 habitantes, viven más de la tercera parte del total de los islandeses, aunque si sumamos el área metropolitana, o mejor dicho, las poblaciones que dependen del mismo distrito, Höfuðborgarsvæði, nos encontramos con que se concentra el 60% del total de personas en esa zona. Imagina como de despoblado está el resto del Islandia!






Y otro aspecto diferencia la capital del resto de ciudades y pueblos de Islandia: la vida! No es que no sea tan tranquila como el resto de lugares del país, sino que la gente hace una vida social mucho más activa. Es una ciudad muy cosmopolita, llena de cafeterías, restaurantes, pubs… La noche es realmente interesante y movida en un lugar como este. Los jóvenes, y no tan jóvenes, llenan los bares para tomar una copa antes o después de cenar. Les encanta dejarse ver una y otra vez mientras circulan en sus coches por la calle principal. La actividad nocturna se alarga, sobre todo los fines de semana, hasta últimas horas de la madrugada.






Aún así, Reikiavik es una ciudad de un tamaño discreto, y es muy fácil de visitar a pie. Sus barrios son tranquilos. Las casas son de construcción baja (dos o tres pisos como mucho), y muchas tienen los muros exteriores recubiertos de una ondulada chapa pintada con colores llamativos. El centro, estructurado alrededor de la calle Laugavegur, es la zona más concurrida de la ciudad. Allí encontramos restaurantes de todo tipo, tiendas de ropa (las de ropa deportiva de invierno tienen las mejores piezas para llevar cuando hace frío) y tiendas de souvenirs. Por cierto, la mayoría de regalos para los turistas, están relacionados con los volcanes, y muchas juegan con la dificultad del idioma islandés (las camisetas con diferentes nombres de zonas del país o volcanes son muy típicas). No obstante, el aspecto global del centro de la ciudad se parece más, en cuestión de tamaño a la calle mayor de un pueblo, que al de una gran ciudad europea.



Una curiosidad que sorprende en cuanto pisas el país: el hedor que hace el agua. Y hablamos del agua corriente, la que usan para beber y ducharse. Proviene del subsuelo volcánico, y es agua sulfurosa. Es por eso que tiene un característico olor a huevos podridos. Por suerte, la nariz se acostumbra suficientemente rápido en la que los islandeses definen como la mejor agua del mundo…
Clica para ver la descripción de la Ruta por Islandia
Espectaculars fotos! sens dubte Islàndia és una destinació que haurem de fer ben aviat 😉
Moltes gràcies Eva i Aleix pels vostres comentaris. La veritat és que recomanem moltíssim visitar Islàndia, un país magnífic. Ànims!