Viajar musicalmente. Como aprovechar un concierto para conocer una ciudad. Coldplay en Londres

¿Londres? ¿Concierto de Coldplay? ¿Estadio de Wembley? 3 conceptos que, unidos, nos hicieron decidir rápidamente a organizar una de nuestras escapadas. Lo primero era conseguir entradas para el increíble show que nos esperaba; los vuelos y el alojamiento, vendrían después.

Rápidas gestiones, un poco de suerte, y somos unos de los 300.000 espectadores que llenaremos el estadio de Wembley durante los 4 conciertos que dará el grupo inglés en la capital del Reino Unido.

Nos encanta el grupo, y nos apasiona Londres, así que nada podía estropearlo. Bueno, tal vez la meteorología, claro, porque nunca es agradable disfrutar de un concierto bajo la lluvia (aunque el estadio de Wembley tiene techo retráctil y permite cubrir toda la zona de asientos, pero no el césped). Aunque el resto de días de la escapada alternó la lluvia con cielos tapados, la jornada clave fue un perfecto día de sol.

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Durante 4 días paseamos por una ciudad que ya hemos visitado en anteriores ocasiones, y eso nos encanta, porque nos lo tomamos todo con más calma. Caminar sin planes es genial! Y eso hacemos especialmente por los barrios de Chelsea, Belgravia (donde nos alojamos), South Bank, Covent Garden, la City … Bueno, en futuros posts ya iremos detallando lugares interesantes.

Este artículo, sin embargo, lo queremos dedicar al gran show que vivimos escuchando y viendo a Coldplay. Ya habíamos tenido la oportunidad de verlos hace unos años en Niza , y como aquella vez, el espectáculo fue grandioso. La manera de conectar con el público, su música, y los efectos de luz, sonido y otras sorpresas hacen que las 2 horas de concierto sean geniales.

Todos los espectadores recibimos un brazalete que de manera sincrónica se ilumina, creando una coreografía de luces y una atmósfera increíble!

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Llegamos con tiempo a la zona del estadio, que está rodeada de restaurantes, tiendas y zonas de ocio, y entramos temprano en el interior. Esto nos permite colocarnos cerca del escenario, y tener a Chris Martin y el resto del grupo a poca distancia. Además, durante la actuación, el grupo se desplaza varias veces a zonas distintas del campo, en especial por la pasarela que divide el terreno de juego, lo que permite más interacción con el público.

Sólo llevamos una pequeña cámara compacta con nosotros, pero aún así, además de la música y el show visual, disfrutamos muchísimo fotografiando al grupo.

La gente se entrega durante todo el concierto, y también notamos que el grupo toca en casa y conecta con la gente como nunca. Más de 70.000 locos bailamos, cantamos, gritamos … Salimos extasiados y por lo que vemos en las caras que nos rodean, todo el mundo comparte lo mismo.

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El único punto negativo que encontramos en la jornada es que la zona de ocio del estadio está cerrando todos los restaurantes cuando el concierto termina. Qué lástima, nos gustaría cenar por aquí… Y además, hacen obras en una de las líneas de metro que lleva hacia el centro de la ciudad, y los accesos están colapsados. Una auténtica marea humana tapona la avenida principal del estadio.

Decidimos caminar hasta la siguiente parada en un agradable paseo tarareando más de una canción:

“I used to rule the world, seas would rise when I gave the word…”

¡La noche es perfecta!

Y es que esto de visitar una ciudad con algún aliciente como un concierto, show o espectáculo, nos encanta. ¡Creemos que es una muy buena manera de viajar!

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