Sorprendente. Este es el adjetivo que mejor define lo que nos encontramos en Reykjavik un 17 de junio, Día Nacional de Islandia. Porque la gente que hemos visto en sus calles, y la cantidad de actos repartidos por todos los rincones, son enormes.



Y decimos sorprendente porque habíamos visitado Reykjavik unos años atrás, y sabíamos que no es lugar donde encontrar multitudes (es una ciudad pequeña, y su centro se puede recorrer en poco tiempo), pero la cantidad de personas que gozan de este día festivo es increíble.
Conciertos, espectáculos, feria, concentraciones de coches de época, exposiciones, y lo mejor, pequeñas «performances» en cualquier rincón, hacen que pasear por sus calles sea un divertimento continuo.







Uno de los actos más masivos es la Parade o desfile de orquestas por su avenida principal. La gente, como si se trataran de los flautistas de Hamelin, siguen los músicos en una larga procesión, en un acto sobre todo para familias.





En el parque de Harnarhóll encontramos el principal escenario musical, donde durante buena parte del día se ofrecen conciertos de todo tipo. Infantiles, rock, pop, hip-hop… Pero como hemos dicho antes, cualquier rincón sirve para escuchar una banda de jazz, una coral, o un simple grupo de amigos entonando típicas melodías islandesas.
Incluso se monta un camión-escenario, por donde pasan espontáneos que pueden ofrecer al público un par de canciones donde dar a conocer sus dotes. Y realmente escuchamos gente muy buena! Esto nos demuestra lo importante que es la música para los islandeses!



El famoso edificio del Harpa (el auditorio de Reykjavik), también celebra conciertos varios, y unido a la belleza de su arquitectura, lo hace otro punto muy atractivo y visitado.



Y hacemos un poquito de historia. La República de Islàndia se formó oficialmente un 17 de junio del 1944, después de independizarse oficialmente de Dinamarca, eligiendo esta fecha de manera simbólica por ser el aniversario de la máxima figura representativa del movimiento independentista, Jón Sigurðsson. Desde entonces, cada año en esta fecha, se celebra su día Nacional. Y no sólo en la capital, claro! Por todo el país lo conmemoran con desfiles y actos varios.
Es muy popular que muchas mujeres vistan el Fjallkonan, un típico vestido islandés, y que las familias salgan a vivir los actos acompañados de sus hijos. Entonces es fácil darse cuenta de la cantidad de niños que encuentras en este país. Islandia tiene una de las tasas de natalidad más altas de Europa.




Porque si algo vimos, son padres con sus hijos, disfrutando de muchos espectáculos para los más pequeños. Pero encontramos de todo tipo. Desde muy solemnes y ceremoniosos (como el acto institucional en el ayuntamiento o la visita de autoridades al cementerio para rendir homenaje a la tumba de Jón Sigurðsson) pasando por espectáculos de circo, y muchos conciertos.





Sumad a toda la festividad la enorme cantidad de bares que la ciudad ofrece donde tomar una copa y escuchar música en directo, más la rareza que en esta época no existe la noche ya que el sol no se esconde nunca… ¿Quién va a dormir con toda esta oferta?