Escapada a Lanzarote. Islas Canarias

Espectaculares paisajes volcánicos, playas de aguas transparentes, mucho sol, y aire puro… No está mal, ¿verdad??? Precisamente una de las cosas que más nos han gustado es conducir por sus carreteras en busca de lugares con encanto. Y hemos encontrado muchísimos! En este otro post detallamos nuestro TopTen.

Repetimos con éxito nuestra receta viajera que tan bien nos funciona: un ritmo tranquilo, sin agobiarnos con prisas, algo de información pero sin ningún listado de cosas que ver obligatoriamente, y buscar propuestas gastronómicas interesantes. Alquilar un coche es para nosotros la mejor manera de movernos por la isla y nos permite llegar a un montón de rincones encantadores.

Aquí podeis ver una buena manera de descubrir la isla.

No somos muy amantes del turismo de playa, pero Lanzarote nos ha sorprendido muy gratamente, ya que hemos descubierto que ofrece muchas más cosas además de sol, mar y playas. Para empezar, sus paisajes volcánicos son espectaculares y el emplazamiento de pequeños pueblos encalados repartidos por su geografía, han hecho que cada día de ruta superara a la anterior.

La isla ofrece un entorno que podemos describir como «salvaje», pero a la vez todo está muy bien cuidado. Seguramente, en buena parte se debe a la figura del artista César Manrique. Él promovió y ayudó a crear un modelo de sostenibilidad en la isla que la hace muy especial. La naturaleza, la cultura y el entorno quedan ligados de una manera sorprendente y única. Realmente es una delicia descubrir que se pueden encontrar lugares turísticos sin destruir el entorno que los rodea y preservando el medio ambiente. Es por ello que Lanzarote está declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco.

Nos establecemos en el pueblo de Arrieta, y desde allí salimos cada día a disfrutar de toda la isla. Visitamos su capital y ciudad más grande, Arrecife, y otras como Teguise, Órzola, Playa Blanca, Tahiche…

Pequeños pueblos como Haría, El golfo, Yaiza, Guatiza, Tabayesco… También nos desplazamos a los principales punto de interés: el Parque nacional de Timanfaya, Parque de Los Volcanes, Mirador del Río, Jameos del Agua… La lista parece no terminar nunca a pesar del pequeño tamaño de la isla.

Como en otras ocasiones, viajar fuera de temporada alta (abril), ha sido un placer. Todo empieza a ponerse en marcha de cara al turismo, pero no encontramos una multitud en las zonas que visitamos, y las playas aún están bien tranquilas.

Recorremos varias, pero destacamos Playa de los Charcos y Playa Bastián (Costa Teguise), Playa de Famara (un lugar mítico para los surferos), y las Playas de Punta Papagayo, situadas en una de las áreas más vírgenes y naturales de Lanzarote, en el área Protegida de Los Ajaches (sur de la isla).

Se trata de una serie de calas, sin ningún tipo de vegetación, donde sólo encontramos un par de chiringuitos y un camping. Con nombres muy especiales: Playa Mujeres, Caleta del Congrio, Playa del Pozo, Puerto Muelas y la que toma el nombre de la zona, Playa Papagayo, son quizás las más populares de Lanzarote. Para llegar hay que recorrer 6 km de camino de tierra y pagar 3 euros.

Como hemos dicho antes, buscar lugares donde comer bien ha sido parte importante de la escapada. ¡Y lo hemos conseguido! Papas arrugadas, siempre acompañadas del famoso mojo, pescado fresco que ni siquiera conocíamos cocinado «a la espalda» y degustado frente al mar, quesos buenísimos, unos vinos espectaculares…

La lista es larga y salivamos al recordarlo de nuevo. Además, probamos todo tipo de establecimientos. Desde pequeños chiringuitos de costa, a uno de los mejores restaurantes de todas las islas Canarias. Y degustamos riquísimos vinos en la zona de La Geria, con denominación de origen propia. Aquí os dejamos otro post con sitios que recomendamos.

Nuestra manera de recorrer Lanzarote quizás no es muy recomendable, pero es la que nos gusta. Nos explicamos. Quizás lo más lógico sería hacer divisiones territoriales, y aprovechar cuando bajamos al sur, por ejemplo, para ver todo lo más interesante de alrededor. Pero no. Nos hemos movido por puro instinto, y más de un día hemos atravesado la isla de norte a sur, o de este a oeste, buscando simplemente el lugar que en ese momento más nos ha llamado la atención.

Seguramente hemos perdido tiempo en desplazamientos, ¡pero no nos ha importado! Para nosotros, conducir tranquilamente por las carreteras de la isla ha sido un placer, subiendo puertos de montaña, pasando junto al mar… deteniéndonos allí donde hemos querido. Por eso, y por muchas más razones, Lanzarote nos ha sorprendido de manera espectacular. Ya estamos deseando conocer más lugares de Canarias. ¿Por qué hemos esperado tanto a conocer esta isla tan increíble?…