Descubriendo el impresionante Mount McKinley. Alaska

A menudo nos piden que expliquemos las mejores experiencias viajeras, en una especie de ranking de los sitios visitados. Y es algo que nos cuesta mucho, ya que guardamos buenos recuerdos de casi cualquier lugar que hemos pisado. Pero hoy queremos hacer una excepción y explicar una de las mejores sensaciones que nos hemos encontrado recorriendo el mundo: sobrevolar y aterrizar en el Monte McKinley (también llamado Denali), la gran montaña de Alaska y el techo de los Estados Unidos.

Esta experiencia formó parte de nuestra ruta en autocaravana por el estado de Alaska (ver resumen de nuestra ruta), y ocupaba la segunda posición en nuestra lista de objetivos previstos para este viaje (el primero era ver osos en libertad y el tercero disfrutar de las auroras boreales). Informándonos antes de salir de casa, descubrimos que el mejor lugar donde contratar la excursión es alguna de las compañías de vuelos que hay en el pequeño pueblo de Talkeetna. Elegimos volar con Talkeetna Air Taxi, una compañía con una gran experiencia y buenísimas referencias.

Cordillera de Alaska
El color blanco aparece ante nuestros ojos
Una pequeña avioneta nos lleva hasta la cima
Dentro de la avioneta vamos 6 pasajeros y el piloto

 

La meteorología es un factor muy importante para hacer esta excursión, y era algo que nos preocupaba mucho. Nuestra ruta por Alaska fue en septiembre, fuera de la temporada alta, y no sabíamos el tiempo que nos encontraríamos. Pues bien, como en otras ocasiones, todos los Dioses posibles se aliaron para ofrecernos un día maravilloso, con un sol radiante y un cielo azulísimo!

Volamos con la compañía Talkeetna Air Taxi
Haciendo fotos sin parar!
Pasamos cerquísima de las cimas…

 

Suponemos que lo mejor es hacer la reserva de la excursión unos días antes, pero nosotros nos arriesgamos a llegar a la empresa el mismo día que pretendemos volar sin previo aviso. Es la suerte de viajar en temporada baja, además de conseguir un precio más rebajado de la excursión. El pequeño aeropuerto (una única pista de despegue) se encuentra ubicado entre bosques, y la oficina de atención es una bonita cabaña de madera. Para llegar se accede por un largo camino sin asfaltar. El ambiente rústico es único. Todo va sobre ruedas: el día es ideal y no nos hacen esperar nada para salir.

 

Existen diferentes rutas de vuelo para elegir, dependiendo de la distancia del recorrido y si hacemos las caras norte y/o sur del McKinley. Después se puede añadir la guinda del pastel, el aterrizaje en una de los glaciares cercanos a la cima, que a pesar de ser un extra en el precio, lo recomendamos muchísimo. Nosotros elegimos el Base Camp MicKinley Tour con la opción del Glacier Landing. En total unas 2 horas de excursión, que consisten en sobrevolar la cara sur, este y oeste, observando de cerca las 3 principales cumbres de la cordillera de Alaska: el imponente McKinley (6.194 metros) y los impresionantes Foraker y Hunter. También se observa a vista de pájaro el campo base desde donde se preparan todas las ascensiones y los 6 grandes glaciares que caen por su vertiente: Kahiltna, Ruth, Tokositna, Eldridge, Kanakula, Buckskin y Coffee. Uno de ellos es el elegido por el piloto para el aterrizaje de la pequeña avioneta y donde se hace un paseo a pie de unos 15 minutos. Otra de las ventajas de hacer la excursión en temporada baja fue estar el doble de tiempo habitual. Además de unos momentos increíbles para caminar sobre el glaciar rodeados de cumbres enormes llenas de nieve, nuestro piloto nos obsequia con unas demostraciones de cómo se despega y aterriza la avioneta en estas condiciones. Contemplar desde el glaciar como el pequeño artefacto vuela entre los picos es impresionante.

La pequeña mancha roja es nuestro avión!

El piloto, además de mostrarnos su habilidad, nos da muchos datos y explicaciones y responde a todas las preguntas que los 6 ocupantes de la avioneta hacemos (viajamos con 2 americanos y 2 japoneses). Una de las dudas principales es aclarar el nombre de la cima, llamado McKinley por unos, y Denali por otros, y nos dicen que los dos son correctos. En 1.897 se decidió bautizar la montaña con el apellido del Presidente de Estados Unidos, William McKinley, pero para los habitantes de Alaska y los escaladores de todo el mundo siempre será el Mont Denali, que significa «el Grande» en el lenguaje de los amerindios Dena’ina.

Impresiona la sensación de paz y tranquilidad que sentimos en este momento
Original sistema para aterrizar la avioneta sobre la nieve
Entre el cielo azul, nos acompaña la luna

 

Es por todo ello, que esta experiencia ocupa uno de los primeros lugares en nuestro Top Ten viajero, y a menudo todavía soñamos con la blancura de la cima del Monte McKinley, o como nos gusta a nosotros, el Denali. Ah! Y ya que sin querer hemos establecido rankings, dejadnos decir que los otros dos objetivos previstos por nuestra ruta por Alaska, también fueron sobradamente alcanzados. Observamos osos campando en libertad (incluido el Gran Grizzlie) y durante más de una noche sobre nuestra autocaravana se forman en el cielo las hipnotizantes auroras boreales (ver post). Para los que amamos tanto la fotografía y viajar, Alaska fue todo un sueño!

MÁS INFORMACIÓN:

. Web Talkeetna Air Taxi
. Recorridos ofrecidos:
South Face McKinley Tour
Base Camp McKinley Tour
Grand Denali Tour
Summit Tour

Ver el planing y recorrido de nuestra Ruta por Alaska

. Ver el artículo sobre la jornada completa de este día en Alaska

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Publicado por BonaVida

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