Semana Santa, Sevilla, Procesiones … Una combinación realmente apasionante! Y no hablamos de fe y religión, si no de uno de los actos más visuales y fotogénicos que nos hemos encontrado nunca.
Respetamos muchísimo a las personas que siguen con devoción (y auténtica pasión) todas las procesiones, pero nosotros queremos hablar de fotografía, y este es un acto realmente especial, donde a cada segundo puedes encontrar un momento de inspiración para disparar la cámara.
Queremos poner el ejemplo de esta imagen. La virgen María Santísima de la Estrella, llega al puente de Isabel II, más conocido como «Puente de Triana». Una de las cofradías más antiguas de Sevilla, la Hermandad de la Estrella, es la encargada de llevar el Paso de Palio de la Virgen (para entender un poco más del vocabulario de Procesiones de Semana Santa, podeis leer el siguiente post).
Los largos silencios se combinan con aplausos y gritos de devoción, un gentío acompaña el «Cortejo procesional» y es apasionante intentar moverse entre tanta gente para encontrar los mejores puntos de vista y disparar la cámara. Esto, combinado con la luz que encontraremos, nos proporciona un montón de posibilidades. Y es que, la iluminación de las calles queda reducida a una mínima expresión, y son las velas las que nos ayudarán a fotografiar. Queremos transmitir la relación entre la Virgen y el enorme multitud, sumando la atmósfera que se crea por el humo de las velas y la poca luz del inicio del Puente de Triana.

Un trípode sería una ayuda perfecta, pero en este caso, era tarea imposible. Difícil encontrar un lugar donde situarse. Los Costaleros llevan a peso la gran estructura con la imagen de la Virgen, y este movimiento, sumado a disparar a mano alzada, hace necesario disparar a velocidades altas para que no salgan fotografías movidas. Es justo en estos momentos cuando, mirando por el visor de la cámara, encontramos ese instante exacto que queremos capturar, y lo sumamos a la emoción de los cientos de devotos que nos rodean, gritan y lloran al paso de la Procesión. Un grito de «Viva la Virgen de la Estrella» nos acompaña mientras pulsamos el disparador de nuestra cámara … Justo en ese momento, damos gracias como nunca, para disfrutar de instantes como éste.