Para nostálgicos, amantes de la historia o simplemente curiosos como nosotros, podemos encontrar un montón de recuerdos de la antigua Alemania del Este visitando Berlín. Hoy queremos destacar dos que nos hicieron pasar un buen rato: los simpáticos Ampelmann y el museo DDR.
Hay pocas ciudades en Europa como Berlín. Recorrer sus barrios es genial, y nada mejor que caminar para descubrir más cosas. Vas con la guía en la mano, la cámara de fotos colgada al cuello y quieres cruzar la calle para ver mejor la Puerta de Brandeburgo. Esperas a que el semáforo se ponga verde para poder cruzar la avenida, y algo raro te llama la atención. No sabes que es, pero tu cerebro te dice que hay algo diferente a lo que estamos acostumbrados. Verde! Los berlineses atraviesan despreocupados, pero a nosotros nos llama la atención la figura que aparece iluminada en el semáforo y que nos da paso. El muñeco lleva sombrero??

Se conoce como Ampelmann, el diseño que se hizo en la antigua República Democrática Alemana de las siluetas que dan o prohíben el paso a los semáforos. Estos «hombrecitos del semáforo», traducción literal de la palabra Ampelmännchen, fueron creados por Karl Peglau a principios de los años 60. El muñeco rojo de prohibición extiende los brazos en cruz, mientras que el verde autorizando el paso, nos muestra al personaje con un pie adelante a punto de iniciar la marcha. Eso sí, ambos llevan un característico y simpático sombrero.

Rápidamente se hicieron famosos, por la manera tan clara como transmitían los conceptos de educación vial a los niños. Tiras cómicas en los periódicos, juegos, historias radiofónicas y televisivas… ¡Todo un personaje! A partir de la reunificación de Alemania, y durante principios de los años 90, el gobierno quiso cambiar y unificar los semáforos, tomando como bueno el diseño occidental (ver post sobre el Muro de Berlín).
Pero gracias a campañas ciudadanas, impulsadas por el diseñador Markus Heckhausen, se creó una especie de movimiento nostálgico para no perder el emblemático hombrecillo. El Ampelmann era tan popular, que volvió a los cruces berlineses, incluso a algunos de la zona occidental, así como en otras ciudades alemanas.
Hoy en día, el Ampelmann es un verdadero símbolo, de hecho, un auténtico souvenir, ya que existen cientos de productos decorados con esta figurita, que se venden por todo Berlín, así como tiendas propias y exclusivas de esta marca registrada. El negocio es el negocio…
Y si lo que queremos es saber cómo se vivía en la antigua RDA, nada mejor que acercarnos hasta el DDR Museum, que nos recomendaron nuestros compañeros de Viatges amb Cartabó. Situado frente a la Catedral de Berlín, junto al río Spree, es uno de los museos más visitados de la ciudad. Y es que tal y como hablamos en otra entrada, la ciudad acoge una cantidad enorme, de toda clase y diversidad (ver post sobre el Pergamonmuseum de Berlín).


Allí nos muestran, de manera muy didáctica, cómo era la vida cotidiana de la Alemania del Este (Deutsche Demokratische Republik o DDR), y como de duros eran los servicios secretos y el servicio de inteligencia de la RDA. El museo nos permite experimentar en primera persona un montón de estas cosas, y es posible tocar literalmente utensilios relacionados con la dura vida en el Berlín oriental. Tanto si se viaja con niños como si tenemos un poco del síndrome Peter Pan (como es nuestro caso), visitarlo es una buena manera de conocer parte de la historia alemana.


La dirección del Museo DDR es Karl-Liebknecht-Str., 1.
Abierto todos los días de la semana de 10h a 20h, y los sábados hasta las 22h. El precio de la entrada es de 6 euros.




Tanto si paseamos por las calles de la ciudad buscando el Ampelmann en cada semáforo, como si entramos en el DDR Museum, Berlín nos ofrece un montón de actividades para descubrirla.



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