A las 4 de la madrugada, hemos empezado a oir la lluvia como caía sobre nuestra caravana. En cualquier otro momento, estar en medio del bosque, completamente solos, absolutamente a oscuras, podría parecer un relato de terror… Pero todo lo contrario! Estábamos tan a gustito… Nos tomamos con mucha calma el desayuno. Es un tiempo sagrado para nosotros!
Nos ponemos en marcha bajo un cielo gris, aunque no llueve. Sin embargo, la temperatura se mantiene como en los últimos días: fresquito durante el día y muy fría durante la noche. Tomamos la Richardson Hwy hacia el sur, cruzando las Alaska Range Mountains. Nos acompaña la Pipeline casi todo el tiempo (tubería petrolera de 1.300km…), y hemos rozado el Summit Lake, antes de llegar al pueblo de Paxson, y el Paxson Lake justo después.




El sol va asomándose y nos acompaña a ratitos hasta llegar a Glennallen. Encontramos el punto neurálgico del «pueblo», que vendría a ser una gasolinera, una tienda de regalos y el visitor center, donde aprovechamos para recoger información de la excursión que queremos hacer mañana en el Wrangell-St.Elias National Park Reserve. También hemos encontrado dos camionetas: una que sirve de tenderete para vender fruta y verdura y otra que vende comida thailandesa para llevar. Aprovechamos para gastar un poco en las dos. Compramos manzanas y melocotones, y la comida en el Tok Thai Food. Paramos unos metros más adelante, con unas vistas magníficas, y aprovechamos para comer.




Continuamos por la misma carretera, dirección Copper Center, donde paramos a tomar un café en la única cafetería del pueblo, o al menos, la única que está abierta… Nos conectamos a internet, consultamos el correo y subimos la última entrada el blog que ya tenemos hecha. Cuando acabamos, vamos dirección Kenney Lake, donde hay un camping para pasar la noche, con el mismo nombre del pueblo. No es nada del otro mundo pero estará bien para instalarnos hoy.


Tenemos un pequeño momento de crisis porque queremos reservar la excursión para mañana a McCarthy y Kennicott pero al preguntar a las chicas que llevan el camping, nos dicen que creen que ya no hay buses que vayan a esta zona del parque Wrangell-St. Elias (con la caravana es muy complicado hacer la carretera ya que no está asfaltada y es muy fácil pinchar…). Nos dicen que tenemos un teléfono donde poder llamar a la compañía de los buses y así lo hacemos. Manel llama, les explica nuestros planes y nos dicen que, justamente hoy, es el último día que se hace esta ruta. Muy bien! Por un día, no podemos cumplir nuestros planes! A continuación, tratamos de llamar a la compañía que organiza las excursiones de trekking por el Glaciar Root, que es la parte importante de la excursión, pero entre que el tío se explica fatal y que se oye super mal, no aclaramos casi nada. Hablamos de nuevo con las chicas y, por suerte, se ofrecen a llamar a una gente que conocen ellas para preguntarlo. Nos explican que ya no hacen esta excursión y nos confirman que no hay buses y que McCarthy ya todo está cerrado por ser fuera de temporada. Es lo que tiene viajar a mediados de septiembre por estas tierras!
Así pues, cambio de planes. Mañana trataremos de llegar hasta Valdez, uno de los pueblos más importantes junto al mar, y disfrutaremos de la tranquilidad que tienes cuando sabes que no hay prisa…
Totalment enganxada als vostres relats !!!! I cada vegada amb mes ganes de tornar a fer un viatge amb autocaravana. Gràcies per compartir-ho.
Doncs ja ho sabeu, Imma. Només cal fer les maletes i cap a Alaska. Estem molt contents d’haver triat una caravana com a mitjà de transport per aquestes terres. És genial!
I gràcies a tu pel comentari.
si nomes fossin las maletes, rai, però nomes tenim 26 dies de vacances, aixo sense parlar de pressupostos !!!!!!!!!!
Ei, quina passada! Cuideu-vos molt!!! Molts records des de la regie del 3/24!!!
Moltíssimes gràcies, Marc i companyia. Sí, si, de moment això va de conya. Paisatges espectaculars i pura natura!
Molts records a tothom.