Después de las emociones de ayer, hoy nos hemos levantado un poco más tarde, y nos lo hemos tomado todo con mucha calma. Desayunamos, vaciamos los depósitos de la caravana y nos ponemos en marcha. Hacemos la ruta desde el pueblo de Nenana a la ciudad de Fairbanks. Aprovechamos que en la entrada de la ciudades siempre están los centros comerciales y las gasolineras para llenar el depósito. Entramos también a un gran supermercado para comprar más provisiones. Pero cuando nos dirigimos hacia el centro, nuestro GPS nos lleva a la anécdota del día.
De repente encontramos un control militar y unos soldados nos detienen el vehículo. No entendemos qué pasa! Nos dicen que no podemos pasar por allí sin un permiso especial. Explicamos que sólo queremos visitar la ciudad, pero habla muy rápido y nos hace dar media vuelta, sin mucha explicación más… Nosotros no nos rendimos, y buscamos varias calles más allá para intentar llegar allí donde nos indica el navegador. Pero de nuevo otro control! Este militar es más amable, y nos dice que por allí no se va a Fairbanks, que aquello es una base militar, y que no podemos pasar. Agradecemos la información, y damos media vuelta, hasta que encontramos unos carteles que nos guían hacia el centro…
Como la mayoría de ciudades de Alaska, Fairbanks no es muy bonita. Muchas calles anchas y edificios bajos, sin ningún tipo de gracia. Donde encontramos más vida siempre es el Dowtown. Allí tomamos una comida/merienda en el McCfferty’s Coffee. Intentamos visitar un museo del hielo que nos recomienda la guía, pero cuando entramos nos dicen que el día anterior se ha estropeado el sistema de refrigeración y es mejor no ver las esculturas, porque se están deshaciendo! Vemos esto como una señal para continuar nuestra ruta… Ponemos rumbo al pueblo termal Chena Hot Springs, donde básicamente sólo encontramos un centro de aguas termales.
Tomamos la Highway 2 hasta el desvío de la Chena Hot Spring Road. La carretera es muy bonita. A medida que nos acercamos a nuestro destino, la tarde nos ofrece unos colores maravillosos. Los árboles verdes, marrones y amarillos nos acompañan durante las 56 millas que dura el trayecto. Hay varios lugares de acampada a orillas del río Chena, donde se puede navegar y disfrutar de la pesca.
Nos detenemos (y recomendamos) un pequeño punto donde hacer una pausa en la carretera: Red Squirrel State. Un pequeño lago rodeado de árboles y con varias mesas donde sentarse y hacer un picnic. Genial!
Cuando llegamos a Chena Hot Spring ya son las 7 de la tarde. Aparcamos nuestra caravana en el interior del bosque, donde estamos completamente solos. Damos una vuelta por las instalaciones. Es un balneario de aguas termales, donde nos podemos bañar en aguas calientes hasta tarde (de 10h a 00h). Descubrimos que está lleno de japoneses e incluso tienen muchos empleados nipones para atender bien a la clientela. Hacemos una lavadora para tenerlo todo bien limpito.
Cenamos en su restaurante la primera hamburguesa del viaje. Después decidimos hacer un baño bien caliente. Ya se ha hecho oscuro, pero no queremos desaprovechar la ocasión. Las instalaciones nos decepcionan un poco, ya que son bastante antiguas. Suponemos que están haciendo cambios, porque los vestuarios están en obras y los de las chicas ya son nuevos. Uf! El baño caliente en el exterior bajo las estrellas es genial. Nos deja como nuevos!
Y lo mejor está por venir. Volvemos a la caravana, que hemos dejado un poco escondida entre los árboles. De noche impresiona mucho más el lugar! Tan solitario y oscuro. Nos atrevemos a salir a pesar del frío que hace. Alucinante otra vez! Se empieza a formar una nueva «northern light». Es auténtico como se moldea. Vuelven a ser las dos y media de la madrugada, y finalmente vamos a dormir, pero de nuevo cerramos los ojos con increíbles recuerdos del día.
Uau!!! Quines imatges, parella! I amb aventura militar i tot? Us vaig seguint amb atenció, no pareu, que aquí ens feu passar molt bones estones!! Això del northen light és espectacular… en directe deu ser com un somni!!!!! Petons i bona ruta!
Gràcies pel comentari, Marina. De moment el viatge és un somni que es fa realitat. Les aurores són un espectacle visual, i si ets un malalt de la fotografia com nosaltres, doncs imagina…
Una abraçada!
Q bonic! per cert Manel vigila que ja veig la teva foto a les comissaries d’Alaska… «se l’ha vist intentant accedir a una base militar… se l’ha vist assaltant una autocaravana en un camping»…
Ja,ja,ja.Tens tota la raó del món. Ens passa cada cosa…
Wow!!!! Quina passada les imatges de les aurores!!!! Ja m’imagino la vostra emoció en veure i capturar-les 😉
Siiiii, tens raó. Tot és espectacular, però poder veure unes aurores boreals en uns paratges com aquests ho supera tot.
Gràcies pel comentari, Missmad!
Les imatges del “northern light”……. em fan creixer les dentetes.
Cada vegada mes Alaska está pujant mes en la puntuació de ser el nostre proper desti de vacances d’estiu.
Doncs ja ho sabeu, Miquel. Ja podeu preparar les maletes per l’any vinent. La veritat és que un viatge per amants de la natura, i et permet gaudir d’una pau i tranquil.litat absolutes.
Aviam fins quan ens respecta el bon temps, que també és part important del viatge.
Gràcies pel teu comentari
Uauuuuuuu!!!!!!!!
No tinc paraules, cuideu-vos molt!!!!
Ja,ja,ja. Moltes gràcies pel teus comentaris Roser. La veritat és que estem gaudint moltíssim d’aquest viatge. Pura natura!!! I l’autocaravana ens dona una llibertat absoluta.
Ja pots entendre que us trobem a faltar una mica, però que no volem tornar a la feina mai més!!!
Una abraçada!!