Después de hablar de la ciudad de Berlín, ahora toca hacerlo de sus habitantes. Imposible, en tan pocos días, definirlos sin equivocarnos, pero sí que podemos explicar lo que nos han parecido, las sensaciones que nos han transmitido.
En escapadas como ésta, no intentamos (de hecho, ni lo queremos) conocer cómo son las personas de la ciudad visitada. Nos limitamos a pasear y observar cómo viven. Simple y claro. La relación que establecemos es de turistas 100×100. No es que en otros lugares no actuamos igual, pero muchas veces depende del lugar que visitas y los días que puedes estar en un país, los que hacen integrarte más.

En Berlín, como en muchas ciudades grandes, te sientes tan pequeño e invisible, que incluso lo agradeces. Puedes ir a tu ritmo, sin prisas, sin estrés, sin un rumbo fijo. Sólo sabes que tu billete de avión tiene un día y una hora que te hará volver a casa. Un mapa y una guía, algunos consejos de amigos y ganas de caminar y descubrir rincones, son todo lo necesario para pasarlo bien.

Ya lo hemos comentado alguna otra vez, pero el mejor lugar para observar cómo son las personas de otro país son las cafeterías. Nos encanta, después de mucho caminar, entrar a tomar un café y dedicarnos a observar a la gente. Las mesas cercanas a las ventanas son magníficas para este trabajo. Y no penséis que hablamos de un extraño vouyerismo, eh? Sino simplemente descansar, disfrutando de un buen café y ver cómo actúan los berlineses, en este caso. Un ejemplo claro sería imitar las expresiones que ellos usan. Sin tener ni idea de alemán y con unas cuantas palabras aprendidas en la guía, nos gusta escuchar y repetir palabras que oímos del vocabulario coloquial. Ahora, también tenemos que admitir que, después de empezar una frase en alemán, hemos tenido que cambiar rápidamente al inglés, sobre todo cuando la persona con la que manteníamos la conversación, nos contesta en su idioma pensando que quizás la entendemos…


El nivel de inglés de los berlineses nos vuelve a hacer pensar, como ocurre cuando visitas buena parte de Europa, que algo estamos haciendo mal aquí con los idiomas. Es un país que, como nosotros, doblan a su idioma la mayoría de películas, lo que siempre hemos pensado que es un gran error. Si nos acostumbráramos a ver la tele en versión original y subtítulos desde pequeños, seguro que el nivel de inglés no sería el mismo. Entonces, ¿cómo es que en Alemania, tanto los jóvenes como mucha gente mayor, tienen un inglés más que correcto? ¿El sistema educativo? Pues seguramente. Pero bueno, mejor que pare de hablar sobre este tema, que no quisiera salirme de lo que verdaderamente habla este blog: los viajes!

Y después de tanto «rollo», todavía no hemos dicho nada de los berlineses! Difícil definir como son los habitantes de una ciudad que ha sufrido dos guerras mundiales, que casi fue destruida en 1945 por los bombardeos, que enloqueció por el nazismo y la persecución a los judíos, que estuvo dividida por un muro de hormigón durante 28 años… Lo mejor es coger la mochila, pasear por sus calles, y encontrar una bonita cafetería donde tomar un café al lado de una gran ventana…
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– «El ampelmann y la Alemania del Este»
Uau! Molt ben explicat Manel i Cristina. M’ha fet gràcia això que feu de les cafeteries. Jo també hi tinc costum, però en solitari. Perquè m’agrada viatjar pel món sola, de tant en tant. Ara he estat a Finlàndia i, com vosaltres, també he tastat el hot wine. Quina delícia!! Us han quedat unes fotos molt xules, i que parlen molt del lloc!!! petons
Hola Marina.
Ja veus, això de les cafeteries és una cosa que ens agrada molt fer quan visitem alguna ciutat. Potser també comença a ser l’edat, que ens fem grans i ja no aguantem el ritme de caminar com abans…
Segur que Finlandia deu ser maquíssim. Ens agradaria molt visitar aquest país i tota la zona del Nord d’Europa. Que gran és el món, que no s’acaba mai!
Moltes gràcies pel teu comentaria al Bloc.
Una abraçada.
Manel.
Les vostres cròniques de Berlín m’han agradat molt i m’han fet recordar la nostra estada ara tres anys per les dates d’abans de Nadal…. i varem descobrir una ciutat meravellosa. El vostre relat ens han fet tornar les ganes de voltar un altre cop per aquesta ciutat.
Per cert, unes fotos precioses !!!
Una forta abraçada
Gràcies Miquel pel teu comentari.
La veritat és que feia molt de temps que teníem pendent visitar Berlín, i tot i ser pocs dies, és una ciutat formidable. Vam tornar amb bastantes fotos i material per fer més entrades al bloc, el que necessitem ara és temps per poder escriure-les.
Per cert, nosaltres continuem gaudint amb les vostres aventures per la Ruta de la Seda.
Moltes gràcies de nou, i ens alegrem molt que us agradin les fotografies.
Manel.
Gràcies de nou