Frío, mucho frío es lo que nos encontramos sólo bajar del avión a la ciudad de Berlín. Normal, siendo el mes de diciembre! Visitar una gran ciudad europea para estas fechas navideñas puede crear un recuerdo muy diferente de un lugar. Ni más bonito ni más feo: diferente. Y decimos diferente porqué, tal como ocurrió en la capital alemana, las calles y su gente están inmersos en la época del cambio de año. De hecho, nos habría encantado ver nevar, ya que, si Berlín nos pareció preciosa, verla cubierta de blanco debe ser especial…

Esta entrada es para hablar de la ciudad, de sus calles, sus edificios y monumentos. Pasear por la elegante plaza Pariser, donde se encuentra la Puerta de Brandemburgo es sinónimo de encontrarse un árbol de Navidad gigante. Lo mismo ocurre en el mítico Checkpoint Charlie, en la calle Friedrichstrasse. El más famoso paso fronterizo del Muro debe compartir espacio con un enorme árbol lleno de luces. La lista es interminable. Las avenidas y calles más famosas, como el Bulevar Unter den Linden son decorados con artículos de Navidad y, tal como explicábamos en otra entrada del blog, los Mercados Navideños son visita obligatoria.


Esto hace que la ciudad, uno de los destinos más visitados de Europa, todavía brille más. Cualquier punto de interés que nos haga descubrir esta ciudad será ampliamente recompensado. Tanto si queremos ver museos (su isla de los museos «museumsinsel» es única), como arquitectura (los más prestigiosos arquitectos del mundo tienen algún proyecto suyo en la ciudad), como revivir buena parte de la historia más importante del Viejo Continente, Berlín es la ciudad adecuada.
Tras la caída del Muro y la reunificación, muchas plazas y barrios han reavivado con gran fuerza y energía. La Postdamer Platz, con su moderno edificio Sony, o la Kurfürstendamm, una de las avenidas comerciales más animadas, son un ejemplo.

Y como decíamos, la historia está presente en cada rincón. Existen muchos museos, como el DDR (Karl-Liebknecht, 1) que recrea el ambiente de la Alemania del Este, o exposiciones a la calle para recordar el trazado del Muro. Berlín tampoco olvida su pasado, y encontramos monumentos que en lo recuerda. Como el Monumento al Holocausto (Denkmal für die ermordeten Juden Europas) formado por 2.711 bloques de hormigón, que recrean un cementerio y son un homenaje al exterminio de la comunidad judía en manos de los nazis.

Y queremos terminar con un consejo para ver uno de los lugares más visitados de toda la ciudad, la cúpula del Reichstag, el Parlamento Alemán. Diseñada por Sir Norman Foster, se ha convertido en todo un símbolo, y esto ha hecho necesario reservar día y hora para subir hasta arriba. Si sabe con certeza las fechas de su visita a Berlín, reserva hora con toda la antelación que sea posible, ya que incluso en época de temporada baja, muchísima gente tiene la misma idea. Y no basta con entrar en la web y apuntarse ciertos días, sino que hay que esperar a recibir un mail de confirmación. Después de ver como mucha gente se le negaba la entrada, por no saber ni siquiera que debían reservar, nosotros no pudimos evitar una leve sonrisa para cumplir con los trámites. Pero lo que no esperábamos es que nos comunicaran, como si fuera una reserva de restaurante, que no estábamos en la lista del día, ya que lo que nosotros llevábamos era simplemente una pre-reserva. La cara de tontos que se nos quedó fue monumental!

Aún así, siempre es bueno dejar lugares para ver de una bonita ciudad. Así seguro que tarde o temprano tendremos una excusa para volverla a visitar!
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– «Los berlineses y las ventanas de las cafeterías»
– «El ampelmann y la Alemania del Este»
5 comentarios sobre “Esperando la nieve en Berlín. La ciudad.”