Es sábado y por primera vez en todo el viaje nos levantamos después de las 9h de la mañana. Nos lo queremos tomar con calma… Empezamos haciendo el «brunch», un desayuno potente para coger fuerzas.
Visitamos la zona de The Rocks, donde hacen un mercado el fin de semana. Muchas paradas y turistas, y un sol de justicia. Paseamos sin parar y nos entretenemos con espectáculos en la calle.
Pero donde de verdad encontramos gente es en la playa. Nos dirigimos a la mítica Bondi Beach, y sólo subir al bus que nos lleva, ya sabemos que estamos en buen camino. Un montón de jóvenes en bañador, chanclas y toallas nos acompañan. El culto al cuerpo se nota. La cantidad de personas que encontramos en la arena es alucinante.
Más tarde visitamos otra playa. Tenemos que coger el ferry para llegar a Manly Beach. Decidimos comprar una tarjeta multiviajes para poder movernos en bus, tren o ferry. Es genial. Pero cuando estamos en la playa, sopla mucho viento y ya no quedan bañistas. Aún así encontramos surferos y gente practicando kite-surf.
Por cierto, mucho hablar de Sidney y no hemos colgado ninguna foto de una de sus iconos de referencia: la Ópera… Mirad qué arco iris salió después de llover un rato:
Que guai!!!! M’agrada Sidney!!!!! Vull veniiiiiir!!!!!
Ostres quines platges i nosaltres passant una fred 😦 Que us divertiu !!!!