No negaremos que resulta curiosísimo recorrer la ciudad de Macao en autobus público, y escuchar como anuncian las paradas en chino, inglés y portugués. Sí, sí, hemos dicho portugués!
Y es que esta antigua colonia portuguesa, aún mantiene como lengua co-oficial el idioma luso, y por eso muchos nombres de calles también están en portugués.




Macao está situada al oeste del Delta del río de las Perlas, a sólo 60 kilómetros de la vecina Hong Kong . Se trata de una Región Administrativa Especial de la República Popular de China (desde 1999), aunque goza de un alto grado de autonomía propia. El lema del territorio es: «un país, dos sistemas».
Con sólo 30 kilómetros cuadrados de extensión, tiene una de las densidades de población más grandes del planeta, con aproximadamente 650.000 habitantes. Se calcula que el 90% son de etnia china, y el resto una mezcla enorme de nacionalidades. Como hemos dicho, el chino y el portugués son las lenguas oficiales, aunque el cantonés es el idioma más hablado en el territorio. Y el inglés lo utiliza la mayoría de personas relacionadas con el comercio y el turismo.



A grandes rasgos (y que nos perdonen por ser tan simples), el turista que llega a Macao encontrará dos grandes conceptos por descubrir en esta ciudad. El primero sería su centro histórico, con monumentos, edificios, templos, jardines y calles que forman un entramado considerado el corazón de la ciudad, y que pertenece al listado de lugares considerados Patrimonio de la Humanidad.






El otro gran concepto serían sus casinos, hoteles y todo lo que está relacionado con el juego y las apuestas. Y es que Macao está considerado como el Las Vegas asiático (y de hecho la supera en volumen de negocios). Pero si incluso tienen un Macao Jockey Club, debido a la gran afición por las carreras de caballos!





En futuros posts hablaremos de las dos sensaciones. La de caminar entre callejones estrechos, visitar plazas e iglesias de un estilo muy cercano al nuestro; y la del lujo, visitando grandes (nada de grandes, enoooormes!) hoteles y casinos, llenos de turistas (la mayoría chinos) haciendo apuestas y jugando a cartas…
Macao no para de crecer, intentando ganar terreno al mar, y construyendo más y más alto. La ciudad respira un aire cosmopolita, con una extraña y fascinante mezcla asiática y un «toque» portugués, que la hace muy atractiva y sugerente.