Jökulsárlón es uno de los lugares más visitados de Islandia, y por una buena razón. Quedarse boquiabiertos ante este impresionante lago glaciar es muy normal, y su belleza es uno de los iconos más fotografiados de este fantástico país.




La gran laguna glaciar es un lugar único, ya que se encuentra a los pies del glaciar Breiðamerkurjökull (que forma parte del enorme Vatnajökull), y el retroceso de éste es lo que forma el lago, situado en el sureste de Islandia, entre el Parque Nacional Skaftafel y la ciudad de Höfn. Seguramente es uno de los mejores lugares del planeta (y de los más accesibles) donde contemplar un glaciar.
Sólo ocupa unos 18 km², pero es bastante profundo (200 metros), y es fácil ver focas y aves marinas moviéndose entre los grandes icebergs. Lo mejor de este lugar es la magia que desprende, y encontraremos un abanico de colores únicos. El blanco del hielo se mezcla con los tonos azules, grises, y si encima disfrutamos de una puesta de sol, el espectáculo está asegurado.


A pesar de ser un lugar muy turístico, y siempre lleno de gente, es fácil encontrar algún rincón desde donde sentarse un buen rato y contemplarlo con calma. Si bien es cierto, que de las dos visitas que hemos hecho al lago, visitarlo en temporada baja, sin casi nadie, es realmente increíble. La segunda vez, y ya en temporada alta, nos sorprendió la cantidad de vehículos y turistas que encontramos…
Jökulsárlón es extremadamente popular entre los fotógrafos debido a su espectacular paisaje. Todo el mundo quiere tener una foto de este sitio. Incluso ha sido el escenario de varias películas (Panorama para matar, Tomb Raider, Batman Begins…), series y videoclips musicales.
Además de caminar por su orilla un buen rato, o sentarse a contemplar de manera relajada las vistas, se puede hacer una actividad más: navegar. Una empresa se encarga de hacer excursiones en zódiac o vehículo anfibio por el lago, permitiendo la visión más cercana de los icebergs.
Otra característica es que está separado del mar por muy poca distancia, y el río donde desemboca lleva a menudo grandes trozos de hielo que circulan por el agua y los termina dejando en la playa. Realmente encontraremos una visión fantástica, ya que la imagen de ver grandes bloques de hielo flotando en el océano es única; y además, otros más pequeños están en la arena negra, esperando fundirse tarde o temprano.



Ah! Y aún una sugerencia más. No os vayáis sin visitar otro lago que se encuentra muy cerca de aquí. Se trata de Fjallsárlón, que a pesar de no poder competir en belleza con su primo Jökulsárlón, también merece una visita, sobre todo porque es mucho menos conocido y permite una visita más tranquila.

Llegar a todas estas maravillas que ofrece Islandia es muy sencillo. La carretera nº 1 llamada Hringvegur, que es la ruta principal que rodea el país, nos lleva directamente, y junto al lago encontraremos un gran aparcamiento para todo tipo de vehículos. También se organizan tours desde la capital, Reykjavik , que permiten la visita en un mismo día.
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