RUTA ALASKA – Día 1 – Llegamos a Anchorage.

Nuestra nueva aventura comienza muy, muy temprano. Nada menos que a las 4 de la madrugada. Nos pasan a recoger por casa para acompañarnos al aeropuerto, ya que nuestro vuelo sale de Barcelona a las 6:50h. Una vez facturadas las maletas y nosotros embarcados, al cabo de dos horas, llegamos a Frankfurt, donde hacemos una parada de una hora y media, antes de volver a coger nuestro segundo avión, dirección Anchorage, Alaska. Tenemos que pasar otro control de seguridad y esta vez es mucho más exhaustivo que el de Barcelona. De hecho, nos abren la mochila del equipo fotográfico y nos inspeccionan muuuy detenidamente el objetivo más grande (que visto a simple vista, da un poco de miedo …) y el libro electrónico. Pero nada, enseguida ven que somos inofensivos!

Una vez dentro del avión, nos sorprendemos gratamente, ya que al volar con una compañía low cost, Condor, nos daba un poco de miedo de qué nos podíamos encontrar. Además, las críticas de los foros no eran muy buenas, la verdad. El personal amable y simpático, la comida comestible -no menos que el de cualquier otra compañía- y las atenciones durante las más de 9 horas que duró el vuelo han sido más que correctas.

Lo que más nos ha fascinado del trayecto, han sido las vistas que hemos tenido en el momento que sobrevolávamos Groenlandia, cerca del Polo Norte. Espectacular! Parecía que estuviéramos viendo un documental en directo! El mar absolutamente tranquilo y el sol reflejado en los trozos y placas de hielo esparcidas por todas partes. Muy bonito! Sólo faltaban los osos polares corrientes por aquí!

Una vez en Anchorage y después de hacer los trámites correspondientes de inmigración, cogemos un taxi y nos vamos hacia nuestro Bed&Breakfast (Artic Fox Inn). Es sencillito pero es una casa pequeña, con 5 habitaciones, y una zona común para tomar té y café a cualquier hora. Salimos a dar una vuelta y enseguida hemos visto la ciudad de Anchorage. No es muy grande y tampoco tiene nada especial para ver ni destacar. Típicas avenidas anchas americanas, parquímetros por todas partes y un Downtown que es el único lugar donde encontrar un poco de ambiente. Lo que sí nos gusta es el tiempo que hace. Un sol brillante nos acompaña durante nuestro paseo. Y apenas hace un par de días se quedaron sin luz por culpa de unas tormentas y vientos huracanados. Qué suerte hemos tenido!

Entramos en un pub que nos ha recomendado el chico del B&B a tomar algo light, ya que nuestros estómagos acusan la comida del avión, el jetlag y las horas de sueño… Mejor no jugársela!

Y volvemos hacia el hotel, que para nosotros ya son más de las 6 de la mañana y no nos aguantamos más! Hemos dado la vuelta al reloj! Mañana será un día muy especial. Conoceremos a nuestra compañera de viaje: la caravana!

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