La sensación de no saber que nos deparará cada día de nuestra ruta, es la mejor experiencia que un viajero puede tener. Y durante este viaje, esta ha sido una de nuestras mayores prioridades: disfrutar de cada momento y en cualquier lugar.
Finalmente destinamos 30 días a viajar por Chile, conociendo algunas de sus zonas más impresionantes, pero también sumamos más días a nuestra aventura viajera (como nos pasa a menudo), visitando otros países y aprovechando las combinaciones aéreas que solemos hacer. Así, además de iniciar esta ruta celebrando Halloween en Nueva York , y haciendo un tour para descubrir el increíble Salar de Uyuni en Bolivia, la segunda parte de nuestro viaje nos lleva al sur de Chile y a Colombia.


Pero vayamos por partes. Tal como explicábamos en el artículo anterior, navegamos por los fiordos chilenos a bordo de un barco carguero, que nos deja en la localidad de Puerto Chacabuco. Los planes son alquilar un coche para recorrer parte de la mítica Carretera Austral, una ruta de más de 1.000 kilómetros y que, debido a las complicadas características del territorio por donde pasa (montañas de los Andes, lagos, ríos, campos de hielo…) combina asfalto y ripio (carretera sin asfaltar).
Los paisajes por donde circulamos son realmente espectaculares, y si añadimos la suerte que estamos teniendo con la meteorología (días de un sol maravilloso) quedamos boquiabiertos de lo que ven nuestros ojos.




Aquí, llegar a los lugares a visitar es una tarea que requiere su tiempo. Las distancias se hacen larguísimas, debido a las condiciones de las carreteras. Además de no estar en buenas condiciones, continuamente encontramos obras, desvíos, e incluso tramos donde se habilitan desplazamientos en ferrys por el agua, ya que los desprendimientos y los trabajos cortan algunos tramos. Pero todo forma parte del encanto de esta ruta.

Esta zona pertenece al norte de la Patagonia Chilena, y se convierte en una de las mejores experiencias de nuestro viaje. Se pueden visitar un montón de lugares maravillosos, como por ejemplo el Parque Nacional Laguna San Rafael, donde encontramos los Campos de Hielo Norte, y la mayor atracción turística de la zona, el Glaciar San Rafael, que permite ser visitado en diferentes embarcaciones para admirar como la enorme masa de hielo llega al mar.
Decidimos hacer el tour en un pequeño barco que sale de Bahía Exploradores, y nos lleva hasta la misma pared helada, permitiéndonos ver cómo enormes trozos de hielo flotan por la laguna.


Y luego, es hora de volver más al norte, hasta la mágica isla de Chiloé, en la Región de Los Lagos. Combina ciudades con alto atractivo turístico, como Castro, con sus populares construcciones de casas de madera sobre el mar, llamadas Palafitos; y pequeños pueblos perdidos entre campos y cultivos.
Para recorrer parte de estas islas, nada mejor que hacer la Ruta de las Iglesias, un recorrido por una serie de hermosas iglesias de madera y que son Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.


También nos escapamos a Valparaíso, una de las ciudades que todo el mundo nos recomendaba. Caracterizada por sus cerros, funiculares, escaleras y callejones, esta pintoresca ciudad es el primer puerto comercial de Chile. Paseamos disfrutando de su colorido, y sus lindas cafeterías donde reponemos fuerzas con deliciosas meriendas.


El viaje por el país termina en su capital, Santiago. Tras pisarla varias veces durante la ruta, ya la hacemos nuestra. Nos ubicamos más fácilmente, y nos movemos en transporte público con más soltura. Y nos encanta seguir descubriendo rincones donde pasarlo bien.


De vuelta a casa, aún nos reservamos algunos días para conocer un nuevo país. Aprovechando que volamos con la compañía colombiana Avianca, hacemos parada en Bogotá, y decidimos visitarla. Disponemos unos cuantos días, y paseamos por esta enoooorme ciudad, desmontando falsas creencias, como la inseguridad. Es cierto que uno de los días nos intentan robar la mochila con el equipo fotográfico, pero sabemos que esto puede pasar en cualquier gran ciudad del mundo. Encontramos a la gente muy amable, siempre dispuesta a ayudar, y no tenemos ningún problema en movernos por los barrios céntricos.
Subir hasta la cima de Monserrate para admirar la ciudad a nuestros pies es la mejor manera de hacernos una idea de las dimensiones de Bogotá.





Y a pesar de llegar al final de nuestro viaje realmente cansadísimos de tanto caminar cada día, decidimos que vale la pena comprar unos vuelos internos para visitar el caribe colombiano, y desconectar un par de días en sus playas.
Elegimos la localidad de Cartagena de Indias, deslumbrados por su arquitectura colonial. Declarada Patrimonio Histórico de la Humanidad, combina los atractivos de su oferta turística y hotelera, con con un centro histórico encantador.






En total, 45 días de viaje, 14 vuelos, más de 2.000 kilómetros en coche, 1 navegación en barco carguero… Hemos podido disfrutar de una gran combinación de lugares, llenos de contrastes y totalmente diferentes entre sí. Además, la ruta, nos ha recordado cómo de interesante es Sudamérica. Esperamos no dejar pasar tanto tiempo en nuestra próxima visita, porque si algo tenemos claro, es que el mundo está lleno de rincones increíbles que visitar…
Haz clic para ver la 1a parte de la ruta del viaje:
Que lindo viaje y que hermosas fotos, sobre todas las de la patagonia chilena!!
Muchísimas gracias por tus palabras!!
Realmente Chile nos ha impresionado mucho, y hemos podido visitar rincones encantadores que esperamos comentar en el blog proximamente.
Nos encanta la fotografía, y la Patagonia chilena es el lugar perfecto para no parar de hacer fotos. Que lindo lugar!!
Un saludo!!
Bonitas fotos 🙂
Muchísimas gracias!!!! La ruta por Chile, y nuestro paso por Colombia, nos ha encantado. Volveremos sin dudarlo!!!