Desde que empezamos a publicar varias entradas sobre nuestra escapada a Berlín, teníamos una pendiente: escribir sobre el Muro. Difícil, ya que queríamos contar muchas cosas sin ser unos expertos en historia y sólo teníamos nuestras ganas de relatar la experiencia vivida. Tampoco nuestra aportación fotográfica era especialmente significativa: las muestras más claras de la historia berlinesa eran algunos museos como el DDR, que recrea la vida socialista de la Alemania del Este (y aunque algo sencillo lo recomendamos muchísimo), la reconstrucción de una caseta en el mítico paso fronterizo de Checkpoint Charlie (básicamente un enclave turístico para hacer la foto), o el fragmento de muro más largo que se conserva.




El fragmento más largo del muro está situado cerca del río Spree y la estación de trenes de Ostbahnhof, y podemos pasear junto a 1’3 km de historia. Además, el muro se ha transformado en una pieza de arte enorme, ya que en el año 1.990, 118 artistas de todo el mundo lo pintaron con temáticas diversas.





Como íbamos diciendo, la entrada se iba retrasando por no saber como explicar tanta historia, hasta que hace poco nos llegó la solución. La revista Altaïr de este mes de abril 2012 está dedicada a Berlín, y uno de los mejores artículos que hemos encontrado pertenece al historiador, periodista y compañero de trabajo Jaume Bartrolí. Así que lo mejor que podemos hacer para mostrar esta entrada en el blog es reproducir unas líneas del texto de este interesante artículo: «El Muro. La herida que partió la ciudad«.
«Trece de agosto de 1961, domingo: aquella mañana, muchos berlineses se encuentran con que no pueden ir a su trabajo ni a su teatro favorito o la ópera, ni a comer a casa de sus madres o a visitar sus hermanos y amigos. Durante la noche, pelotones de soldados y de Volkspolizei -los temibles VoPos o policías populares- han tejido kilómetros de alambradas alrededor del Berlín Occidental. Los tranvías y metros han dejado de funcionar entre uno y otro lado, excepto alguna línea subterránea que circulaba por las estaciones del sector oriental sin pararse. Recuerdo aquellas imágenes desgarradoras: la gente saltando por las ventanas de los edificios que daban justo en la frontera, otros corriendo para atravesar los alambres de espino -y enganchándose en ellas-, la foto del policía de fronteras Conrad Schumann que la salta mientras arroja su fusil en la calle Bernauerstrasse: 85 Grenztruppen desertaron aquel agosto. Después, las familias separadas, los hijos saludando desde un estrado a las madres que habían quedado al otro lado. A los pocos días comienzan a levantar muros más potentes, primero de ladrillo y con el tiempo, de hormigón: 140 kilómetros de perímetro. Muro de la vergüenza para unos y Muro de protección antifascista para otros» Si podéis, leed el resto del artículo, o visitad el blog que Jaume Bartrolí escribe sobre viages. Magnífico. Y podéis encontrar muy buena información sobre el Muro en este enlace.




Clica para ver otros artículos sobre Berlín en el blog
– «Los berlineses y las ventanas de las cafeterías»
Un post genial! Mil gràcies per tota la informació, les vostres impressions i les fotografies! El mes que ve precisament passaré un cap de setmana a Berlín i prenc bona nota de les vostres recomanacions 😉
Hola Patricia de «Missmadaboutravel»,
Esperem que t’ho passis molt bé per Berlín el mes vinent. Ara ja comença el bon temps i és perfecte per fer escapades. I si el nostre bloc serveix d’alguna petita ajuda, estem encantats.
Gràcies pels teus comentaris.
Felicitats per les fotos! Són genials! M’apunto el blog
Moltes gràcies pel teu comentari Pol. Les fotografies són una de les raons per les que vam crear aquest bloc de viatges. Sempre es quedaven guardades al disc dur de l’ordinador, i ara ens agrada compartir-les amb altres viatgers. Salutacions!!